Oxido de zinc

El óxido de zinc es un polvo blanco fino con múltiples aplicaciones en la industria cosmética,
farmacéutica y química.
Reconocido por sus propiedades protectoras, calmantes y absorbentes, actúa como barrera
física sobre la piel, por lo que se utiliza comúnmente en protectores solares, cremas para
irritaciones, pomadas para bebés y productos dermatológicos.
También es un ingrediente eficaz en tratamientos contra el acné, gracias a su acción
antiinflamatoria, astringente y antibacteriana suave. Ayuda a reducir la inflamación de
granos, controlar el exceso de grasa y calmar la piel afectada.